17 de Septiembre de 2014
Si sales al exterior en una noche clara, muy lejos de las luces de la ciudad, verás miles de estrellas titilantes. Cada una es parte de la galaxia en la que vivimos, llamada la Vía Láctea.
Más allá de la Vía Láctea hay miles de millones de otras galaxias alcanzando hasta el límite del Universo. Cada una es una colección de millones de estrellas, polvo y gas cósmicos, que se mantienen juntas por la gravedad.
Las galaxias se presentan con muchas formas y tamaños; muchas son galaxias espirales de disco, como la Vía Láctea. Éstas son extremadamente delgadas y a menudo exhiben brazos espirales curvos enrollados alrededor de un abultado centro. Las galaxias espirales también giran en el espacio muy rápido, como peonzas gigantes.
El alto número de galaxias espirales es un gran misterio para los astrónomos. Estos delgados discos son frágiles y resultan fácilmente destruidos por sucesos violentos como los choques contra otras galaxias.
A lo largo de su vida casi todas las galaxias serán víctimas de un choque cósmico. Esto puede significar que dos galaxias choquen una contra la otra, quedando desfiguradas y disparando un frenético nacimiento de estrellas nuevas. O puede significar que pasen una junto a la otra y se vean afectadas sencillamente a través de su mutua atracción gravitatoria.
Durante muchos años los astrónomos han pensado que cuando dos galaxias espirales de tamaños parecidos chocan se juntan formando un tipo de galaxia llamado galaxia elíptica, que tiene la forma de un melón gigante estirado.
Pero, si dos galaxias espirales crean una galaxia elíptica, ¿cómo es que todavía existen tantas galaxias espirales en el Universo? ¡Esta pregunta mantenido despiertos por la noche a los astrónomos durante décadas!
Bueno, pues precisamente la semana pasada encontraron finalmente la respuesta. Nuevos datos han demostrado que a veces este tipo de colisión de hecho forma una galaxia espiral gigante, no una galaxia elíptica. ¡Ésta podría ser la razón por la que todavía quedan tantas galaxias espirales en el Universo!
Dato curioso: Dentro de cuatro mil millones de años la galaxia La Vía Láctea chocará y se fusionará con nuestra vecina espiral más cercana, la galaxia de Andrómeda.