Venus, Júpiter y el arte de la paciencia

Esta destacada foto muestra, en primer plano, al Observatorio La Silla de ESO con los planetas Venus y Júpiter bajos en el cielo y la Vía Láctea a la deriva detrás de ellos. El fotógrafo, Zdenek Bardon, tardó tres noches en captar esta impresionante imagen; los astrofotógrafos están sujetos a los caprichos del clima y esta foto no fue una excepción. Tuvo que esperar tres días para poder disfrutar de una noche cristalina, sin nubes y con baja humedad, para captar a Venus, Júpiter y la Vía Láctea en todo su esplendor.

La Silla es un lugar excepcional para la astronomía porque tiene una baja contaminación lumínica, lo que permite que las estrellas luzcan cristalinas (aunque en esta imagen pueden verse las luces de las viviendas en el horizonte). El sitio también ofrece una humedad excepcionalmente baja gracias a su elevación, ya que se encuentra a 2400 metros sobre el nivel del mar. La alta humedad es un problema tanto para los astrónomos profesionales como para los astrofotógrafos. Los espejos y lentes corren el riesgo de sufrir los efectos de la condensación y algunas partes del espectro electromagnético son absorbidas por el vapor de agua más denso, presente en atmósferas con alta humedad.

La mayor parte de las noches, este punto de observación no experimenta perturbaciones atmosféricas tales como nubes o lluvia, pero, excepcionalmente, Bardon necesitó esperar dos noches para conseguir esta toma. ¡Y la espera valió la pena! No sólo muestra lo hermosas que son las vistas en el desierto de Atacama, sino que también demuestra las condiciones de visualización de alta calidad que disfrutan tanto el Telescopio de 3,6 metros como el NTT (New Technology Telescope), gestionados por ESO.

Lo que vemos como una lazada de estrellas que atraviesa el horizonte es la Vía Láctea. Venus es el punto más grande de luz en el lado izquierdo de la pantalla y más abajo, ligeramente a la derecha, el punto más pequeño de luz es Júpiter.