Un Armazones plano

Recubierto por una capa de polvo ceniciento, y plagado de vehículos con equipamiento pesado, el pico del Cerro Armazones aparece visiblemente aplanado mientras prosiguen los esfuerzos para crear una plataforma destinada a albergar al E-ELT (el European Extremely Large Telescope).

Esta imagen de la monumental obra en proceso, fue tomada desde un cuadripcóptero por el fotógrafo embajador de ESO Gerd Hüdepohl, permitiendo ver, como impresionante telón de fondo, un tramo de la cordillera de la costa chilena, con Cerro Paranal y el VLT (Very Large Telescope). El desierto de Atacama y sus arrugadas montañas se despliegan hacia el exterior, disolviéndose en una nebulosa azul hacia el horizonte. Proporcionan un escenario, en gran parte sin matices, pero impresionantemente tranquilo, para el E-ELT, que será el mayor telescopio óptico e infrarrojo cercano del mundo.

El cielo despejado de Atacama proporciona al E-ELT las condiciones perfectas para ver el universo con una nitidez que supera incluso la del telescopio espacial Telescopio Espacial Hubble de NASA/ESA. Cuando empiece a funcionar, este imponente telescopio se lanzará a la caza de exoplanetas habitables y retrocederá en el tiempo y el espacio para revelar los mecanismos tras la formación de las primeras estrellas y galaxias. Como en cualquier gran aventura científica, los descubrimientos imprevistos que pueden surgir también tienen su propio encanto.

Cuando esté terminado, el E-ELT albergará un espejo principal de 39 metros que recogerá más luz que todos los telescopios de 8-10 metros existentes juntos. La cúpula que contiene el telescopio tendrá unos 74 metros de altura y 86 metros de diámetro: una bestia que se salta todos los estándares, con Cerro Armazones proporcionando el asiento perfecto para este monstruo de la astronomía moderna.